A PUNTO DE INICIAR ENSAYOS CON HUMANOS
Un fármaco ayuda a prevenir los efectos secundarios de la radioterapia
Actualizado lunes 14/04/2008 14:10 (CET)
MARÍA VALERIO
MADRID.- Aunque de momento se ha probado su uso únicamente en ratones y monos, la aparición de una sustancia capaz de prevenir las quemaduras inducidas por la radioterapia supone un motivo de esperanza para los pacientes con cáncer que tienen que recibir este tratamiento. Un estudio publicado en la revista ‘Science’ demuestra que es posible prevenir los daños que causan las radiaciones en las células sanas.
Además de eliminar las células cancerosas, la radioterapia tiene el problema de que ataca también a los tejidos sanos del organismo. Por eso, aunque se intenta ajustar la terapia al máximo hacia el tumor para evitar los ‘daños colaterales’, los científicos buscan una manera de proteger de la radiación a los tejidos sanos que rodean al cáncer, sin que ésta pierda su potencial terapéutico contra las células malignas.
Una empresa de Nueva York (EEUU) parece disponer de este antídoto, a juzgar por los resultados que han logrado varios de sus investigadores en experimentos con ratones y monos. Este mismo año, auguran los responsables de Cleveland BioLabs, podrían comenzar los ensayos con pacientes.
El fármaco experimental (llamado CBLB502) funciona desactivando el mecanismo natural que lleva a las células sanas a suicidarse cuando reciben la radioterapia. Este programa, denominado apoptosis, obliga a las células que han sufrido daños en su ADN a suicidarse para que no sigan proliferando. Sin embargo, las células tumorales son capaces de evitarlo activando una vía de señales denominada NFKB que les permite sobrevivir.
Ésa es precisamente la diana a la que ataca el nuevo fármaco, diseñado para evitar que las células normales inicien su programa de suicidio controlado.
El trabajo ha demostrado que la nueva sustancia es capaz de proteger a las células normales de la médula ósea y la vía digestiva, las más afectadas por la radioterapia, pero sin reducir la eficacia de la radioterapia contra el tumor. Además, añaden, al proteger a los tejidos sanos, el fármaco permitiría emplear dosis de radiación más elevadas y prolongadas sin poner en peligro la salud del paciente. De hecho, pese a que los animales recibieron una dosis letal de radiaciones, CLB502 permitió mejorar su supervivencia sin ninguna reacción adversa.
Esta posibilidad ha llevado a esta compañía a sugerir incluso que el nuevo compuesto podría ser útil también como protector en caso de una catástrofe nuclear o guerra bacteriológica. Su estudio en ‘Science’ concluye además que la inyección de CBLB502 que recibieron los animales no les causó ningún efecto secundario de gravedad, por lo que aspiran a poder reproducir con éxito estos mismos resultados en humanos.
Un comentario que publica la misma revista destaca que este trabajo es un buen ejemplo de cómo la comprensión de los mecanismos de reparación y daño de los tejidos «pueden resultar en el descubrimiento de agentes farmacológicos útiles».