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DÍA DEL NIÑO HOSPITALIZADO

DERECHOS DE LOS NIÑOS Y NIÑAS HOSPITALIZADOS
Los derechos de los niños y las niñas hospitalizados están protegidos por la Carta Europea de Derechos de los Niños Hospitalizados, aprobada en 1986. La Carta contiene 23 derechos básicos que garantizan que se les presta una atención adecuada a su edad y sus necesidades. Estos derechos son:
– Derecho a que no se hospitalice sino en el caso de que no puedan recibir los cuidados necesarios en su casa o en un Centro de Salud y si se coordinan oportunamente con el fin de que la hospitalización sea lo más breve y rápida posible.
– Derecho a la hospitalización diurna sin que ello suponga una carga económica adicional a los padres y madres.
– Derecho al acompañamiento por parte de sus padres, madres o la persona que los sustituya el máximo de tiempo posible durante su permanencia en el hospital, no como elementos espectadores pasivos sino como elementos activos de la vida hospitalaria, sin que eso comporte costes adicionales; el ejercicio de este derecho no debe perjudicar en modo alguno ni obstaculizar la aplicación de los tratamientos a los que hay que someter al menor.
– Derecho a recibir una información adaptada a su edad, su desarrollo mental, su estado afectivo y psicológico, con respecto al conjunto del tratamiento médico al que se le somete y a las perspectivas positivas que dicho tratamiento ofrece.
– Derecho a una recepción y seguimiento individual destinándose en la medida de lo posible el mismo personal de enfermería y auxiliares para dicha recepción y los cuidados necesarios.
– Derecho a negarse (por boca de sus padres, madres o de la persona que los sustituya) como sujetos de investigación y a rechazar cualquier cuidado o examen cuyo propósito primordial sea educativo o informativo y no terapéutico.
– Derecho de sus padres, madres o de las personas que los sustituya a recibir todas las informaciones relativas a la enfermedad y al bienestar del niño o niña, siempre y cuando el derecho fundamental de este al respecto de su intimidad no se vea afectado por ello.
– Derecho de los padres, madres o de la persona que los sustituya a expresar su conformidad con los tratamientos que se les aplican.
– Derecho de los padres, madres o de la persona que los sustituya a una recepción adecuada y a un seguimiento psicosocial a cargo de personal con formación especializada.
– Derecho a evitar el sometimiento a experiencias farmacológicas o terapéuticas. Solo los padres, madres o la persona que los sustituya, debidamente advertidos de los riesgos y de las ventajas de estos tratamientos, tendrán la posibilidad de conceder su autorización, así como de retirarla.
– Derecho del niño o niña hospitalizada, cuando esté sometido a experimentación terapéutica, a estar bajo protección por la Declaración de Helsinki de la Asamblea Médica Mundial y sus subsiguientes actualizaciones.
– Derecho a no recibir tratamientos médicos inútiles y a no soportar sufrimientos físicos y morales que puedan evitarse.
– Derecho (y medios) de contactar con sus padres, madres o con la persona que los sustituya, en momentos de tensión.
– Derecho a recibir un trato con tacto, educación y comprensión y a que se respete su intimidad.
– Derecho a recibir, durante su permanencia en el hospital, los cuidados prodigados por un personal cualificado, que conozca perfectamente las necesidades de cada grupo de edad tanto en el plano físico como en el afectivo.
– Derecho a ser hospitalizado/a junto a otras personas afectadas de su edad, evitando todo lo posible su hospitalización entre adultos.
– Derecho a disponer de locales amueblados y equipados de modo que respondan a sus necesidades en materia de cuidados, de educación y de juegos, así como a las normas oficiales de seguridad.
– Derecho a proseguir su formación escolar durante su permanencia en el hospital, y a beneficiarse de las enseñanzas del profesorado y del material didáctico que las autoridades escolares pongan a su disposición, en particular en el caso de una hospitalización prolongada, con la condición de que dicha actividad no cause perjuicios a su bienestar y/o que no obstaculice los tratamientos que se siguen.
– Derecho a disponer durante su permanencia en el hospital de juguetes adecuados a su edad, de libros y medios audiovisuales.
– Derecho a poder recibir estudios en caso de hospitalización parcial (hospitalización diurna) o de convalecencia en su propio domicilio.
– Derecho a la seguridad de recibir los cuidados que necesita -incluso en el caso de que fuese necesaria la intervención de la justicia- si los padres, madres o la persona que los sustituya se los niega por razones religiosas, de retraso cultural, de prejuicios o no están en condiciones de dar los pasos oportunos para hacer frente a la urgencia.
– Derecho del niño o niña a la necesaria ayuda económica y moral, así como psicosocial, para someterse a exámenes y/o tratamientos que deban efectuarse necesariamente en el extranjero.
– Derecho de los padres, madres o de la persona que los sustituya a pedir la aplicación de la presente Carta en el caso de que el niño tenga necesidad de hospitalización o de examen médico en países que no forman parte de la Comunidad Europea.