NUEVOS FÁRMACOS

Las terapias ‘herederas’ de la quimioterapia son las nuevas protagonistas

 06/06/2010

CHICAGO.- Cada vez más, la quimioterapia pierde el protagonismo en favor de otro tipo de tratamientos contra el cáncer. Sus ‘sucesores’ tienen forma de anticuerpos monoclonales, terapias dirigidas contra alguna vía de señalización concreta o incluso vacunas y fármacos que funcionan activando el sistema inmune. Algunos de ellos están siendo protagonistas de la 47ª reunión que está celebrando en Chicago la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO).

Una de las novedades más destacadas en este sentido es el nuevo anticuerpo capaz de luchar contra el melanoma activando un elemento clave de nuestro sistema inmunológico como son las células T. Ipilimumab (comercializado por los laboratorios Bristol Myers Squibb) se ha convertido en el primer medicamento que ha logrado mejorar la supervivencia en pacientes con melanoma avanzado, según se ha encargado de comunicar en una rueda de prensa el doctor Steven O’Day, responsable del programa de melanoma del Instituto de Investigación de Los Ángeles (EEUU), y principal investigador del estudio, en el que también hay participación española (y de 125 centros de otros 30 países).

Después de 30 años buscando una terapia eficaz contra este agresivo cáncer de piel, ha señalado O’Day, ipilimimumab ha mejorado un 34% la supervivencia en estos pacientes en comparación con otro tratamiento. Se trata de una terapia dirigida, capaz de activar las células T; es decir, el anticuerpo monoclonal no ataca directamente las células malignas, sino que ‘despierta’ el sistema inmunológico para que sean las propias defensas del organismo las que lo hagan.

La prueba de que la respuesta inmune es suficientemente fuerte para atacar al cáncer (uno de los puntos débiles que han hecho fracasar otros intentos de inmunoterapia hasta la fecha) es que los pacientes no estaban exentos de ciertos efectos secundarios, «porque las células T también atacaban otros tejidos del organismo». Curiosamente, ha explicado O’Day a ELMUNDO.es, cuanto mayor era la reacción de los pacientes (en forma de diarrea o vómitos, por ejemplo), mejor era la respuesta antitumoral. La supervivencia media de los pacientes tratados con esta infusión (que se administra por vía intravenosa a lo largo de 90 minutos) fue de unos 10 meses, frente a los 6,4 del grupo control.

Hasta que las autoridades sanitarias, tanto en EEUU como en Europa, autoricen el nuevo medicamento («lo que está previsto para finales de 2011»), muchos pacientes de todo el mundo podrán tener acceso a él a través de los programas de uso compasivo, que permite administrar un fármaco en situaciones en las que no hay otra alternativa terapéutica.

Pacientes infantiles

Pero no es el único medicamento que actúa de manera diferente de la quimioterapia que llegará en los próximos años a los pacientes con cáncer. Ése es el caso también de GDC-0449 (sin ni siquiera una denominación comercial por el momento), un agente experimental que ofrece beneficios en niños con un tipo de tumor cerebral (meduloblastoma) resistente a otros tratamientos. En este caso, el compuesto actúa en una vía de señalización aberrante en estos pacientes, y que también podría estar implicada en otros tipos de cáncer (denominada ‘sonic hedgehog’ o SHH).

Se trata, como ha reconocido ante la prensa el doctor Amar Gajjar, del Hospital Infantil St Jude (en Memphis, EEUU), de un fármaco diseñado para pacientes que necesitan «urgentemente» nuevos tratamientos, y que actualmente carecen de alternativas cuando dejan de responder a la quimioterapia (menos del 5% de los niños con meduloblastoma sobrevive a largo plazo a su diagnóstico). Si los ensayos, que ya se están llevando a cabo en fases II y III, confirman los buenos resultados, este compuesto se convertiría en la primera diana dirigida para este agresivo cáncer cerebral.

De los 11 niños de 11 años tratados en esta fase I (cuyo objetivo es, sobre todo, valorar la seguridad del producto), ninguno sufrió toxicidad de carácter grave a causa del fármaco y algunos de ellos siguen libres de progresión al cabo de un año de tratamiento.

En otro orden de cosas, en Chicago también se han conocido los resultados de denosumab, un medicamento diseñado para combatir las metástasis óseas provocadas por el cáncer de próstata. Como ha explicado a la prensa invitada por el laboratorio que fabrica la molécula, Amgen, su responsable médico Sean Harper, «denosumab hace del hueso un terreno hostil para la célula tumoral», impidiendo el «círculo vicioso» de dolor, fracturas y molestias que sufren los pacientes con metástasis óseas.

Aprobado desde junio de 2010 en EEUU para el tratamiento de la osteoporosis en mujeres postmenopáusicas, el medicamento actúa sobre el ligando RANK, encargado de regular los osteoclastos (células que destruyen el hueso); y pese a que se emplean dosis hasta 12 veces superiores en la prevención de las metástasis, el laboratorio no ha observado toxicidades graves.