La vida son momentos, pero algunos momentos son vida.
EL RANCHO DE PASCUAS DE TEGUISE VISITA EL HOSPITAL U. DR. JOSÉ MOLINA OROSA.
 
 
A las cinco de la tarde comenzaron los primeros acordes del Rancho De Pascuas Teguise y, tras ellos, sus pasos hacia la planta de oncología, donde pacientes, familiares y personal fueron acompañados con sus canciones.
Panderetas, espadas, triángulo, castañuelas, timples y guitarras invadieron cada rincón.
 
 
Agradecidos y con gran ilusión, siguieron su camino a la planta de pediatría, donde los más pequeños, acompañados de sus familias y el personal, los esperaban con gran ilusión.
Suena el «corrido» y, poco a poco, los integrantes del rancho aparecen frente a ellos en el Aula Hospitalaria. Acaban con «el salto», los pequeños agradecen su presencia e interactúan entre ellos enseñándolos a tocar la pandereta y la espada.
Se acercan al pasillo y vuelven a sonar los acordes y sus voces suenen, en esta ocasión para aquellos que no nos han podido acompañar en el aula.
 
 
Y el camino continúa. Ahora sus pasos se dirigen a las terrazas, vuelven a sonar sus instrumentos y sus cantos irrumpen por las diferentes plantas y ventanas de los patios interiores.
Cae la tarde y agradecidos por cada persona que nos acompañó durante la visita, guardan sus instrumentos y vuelven a su local de ensayos hasta volver a vernos en Nochebuena en La Villa de Teguise.
 
 
Desde AFOL agradecemos al Rancho de Pascuas de Teguise por darnos el mayor de los regalos, tanto a pacientes, familiares, personal como a la propia asociación. Su música, cantos y compañía han hecho que este día sea diferente.
 
Además, agradecemos a la Gerencia por permitirnos realizar esta visita y apoyarnos para acercar la cultura y tradiciones de nuestra isla al Hospital.
 
Al personal de la planta de Oncología y Pediatría por acogernos con cariño. A Mónica, la maestra del Aula Hospitalaria, por acompañarnos durante este proceso, escucharnos con atención y ayudarnos a la difusión del Rancho de Pascuas de Teguise.
 
 
A TODOS Y TODAS, MUCHAS GRACIAS.
Porque todos nos necesitamos alguna vez.